jueves, 29 de septiembre de 2016

El Ejercito Prusiano en la campaña de los Cien Dias 3ª Parte



Scharnhorst herido
 

Blücher y Scharnhorst volvieron a encabezar un equipo de mando en la primavera de 1813, hasta que este último fue mortalmente herido en la batalla de Grossgöerchen. Gneisenau le reemplazó entonces como jefe del Estado Mayor de Blücher. Las combinaciones de estas características- un comandante carismático que motivase a los hombres y un organizador que dirigiese las operaciones- caracterizarían en el futuro los estados mayores de Prusia y del Imperio Alemán.
En 1815, Blücher y Gneisenau formaban además, un tándem experimentado y de contrastada valía. No solo habían conseguido que el ejercito prusiano tuviese un papel relevante en la decisiva victoria de Leipzig en Octubre de 1813 sino que, tras ello, condujeron  a su victorioso Ejercito de Silesia hasta el corazón de la patria enemiga en el crudo invierno de 1813-1814. Y, a pesar de las continuas derrotas sufridas frente a Napoleón, siguieron avanzando sobre París. No había muchos comandantes en Europa con semejante historial de perseverancia y éxitos.


August Neidhart von Gneisenau

Gneisenau, natural de Sajonia, procedía de humilde cuna: su padre era un oficial de artillería de baja graduación, por lo que a pesar de sus logros, no era demasiado popular en algunas secciones del ejercito prusiano. Algunos oficiales de las estirpes militares prusianas tradicionales lo consideraban un extranjero advenedizo, lo que ocasionaría problemas en la campaña de 1815. El general Yorck, el comandante de cuerpo más competente de Prusia, el vencedor de Wartenburg y Möckern, el jefe del "Cuerpo Ofensivo" del Ejército de Silesia de Blücher, había demostrado ser un subordinado dificil en 1813-1814. No quiso volver a servir con ellos, y en 1815 su ausencia se echó mucho en falta. Pirch, ascendido para reemplazarle, no era el mejor candidato para el puesto. Para facilitar el trabajo a Gneisenau, el general Kleist von Nollendorf también fué trasladado a un puesto inferior .Y por último, el general de infantería Graf Bülow von Dennewitz, el único con pleno derecho a encabezar un cuerpo de ejercito, era superior de Gneisenau en rango, tenía una hoja de servicios más dilatada y descendía de una casta de militares. El sajón tenía que solicitarle, que no ordenarle, que cumpliese sus instrucciones. De todo ello resultó que durante la campaña, en un momento crítico, su formación llegó al frente con una jornada de retraso.

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